Fibroscopio

La fibroscopía se emplea para la exploración del estómago, los bronquios y la vesícula.

En la actualidad se crearon fibroscopios cuya fuente de luz puede ser reemplazada por una batería, esto posibilita que el equipo se pueda trasladar fácilmente, aunque la autonomía de dicha batería se agota en 60 minutos.

Se transmite la señal desde el fibroscopio a la cámara, y luego al monitor de vídeo.

Las imágenes obtenidas pueden ser grabadas con un grabador de DVD.

Conectar un tubo de aspiración al canal de trabajo del fibroscopio para poder aspirar las secreciones, es el último paso en la preparación del instrumento.

Interior de un reloj a través de un fibroscopio