Este festival conmemora los cantes minero-levantinos que se desarrollaron en el siglo XIX en la Sierra minera de Cartagena-La Unión, procedentes en su mayoría de mineros andaluces.
A través de este Festival se intenta transmitir el sufrimiento y los “quejios” del día a día en la mina.
Entre los premios otorgados en este festival y atendiendo a su importancia destacan: la Lámpara Minera, el Bordón Minero, el Trofeo desplante y el Premio Filón.
Así como un galardón dedicado a “otros cantes de Málaga, Granada, Córdoba y Huelva”.
Figuras del cante como Miguel Poveda se han dado a conocer desde este Festival.