En él por una antigua tradición se realizan artesanalmente detalladas velas de gran tamaño para ser paseadas por la ciudad en procesión.
Cuando los monjes dejaban de viajar durante este periodo, se dedicaban principalmente a estudiar el Dharma.
Las velas iluminaban las casas parroquiales de los monjes budistas y otros sitios del templo.
En el pasado, cuando era imposible ir a comprar velas preparadas, los vecinos usaban cera de abejas para crearlas.
Las velas gigantes desfilan alrededor de la ciudad; cada una representa un sitio del tiempo, distrito u otro tema.