Por contraposición, la nutrición normal a través de las raíces y el suelo se denomina radicular o edáfica.
Los tipos de fertilizantes foliares se pueden agrupar en dos grandes categorías: sales minerales y complejos naturales orgánicos denominados quelatos.
Los cloruros y nitratos se absorben más rápido a través de la cutícula foliar que los sulfatos , pero el riesgo de fitotóxidad es más elevado y se utilizan a menor concentración.
En cuanto a la aportación del nitrógeno vía foliar, se hace con urea y nitrato amónico.
Aparte de ser usados como elementos quelatantes, su incorporación al suelo activa la flora microbiana a la vez que acomplajan los elementos nutritivos del suelo permitiendo y mejorando la absorción radicular.