La referida concesión caducó al no haber sido satisfecha por los concesionarios, superando las exigencias del referido contrato que especificaba un plazo para el inicio de las obras.
A pesar de los privilegios concedidos por la misma Ley, no se presentaron interesados.
El coste del tramo Curitiba-Rio Blanco fue registrado en los libros contables en 3.573:573$492 reales.
Fue comprada en 1910 por la Brazil Railways y, más tarde, pasó al Gobierno del Estado, que lo juntó a la Red de Tráfico Paraná-Santa Catarina en 1942.
Hoy ese tramo todavía está operativo sirviendo exclusivamente para el transporte de cemento producido por la factoría del Grupo Votorantim y asegurando así el transporte de piedra caliza muy utilizada en la reparación del suelo agrícola.