Como sacerdote, Ugarte fundó el conjunto de música litúrgica "Los Perales", donde ensayó las primeras composiciones de un canto tributario del folclore que había conocido por curiosidad espontánea entre cantores populares de campos aledaños a Santiago.
Desde su adolescencia, fue estudiando a fondo tanto la poesía popular —«me fascinaba rol del cuentero», recuerda— como la tradición de la décima y el canto a lo poeta.
"Réquiem", el tema que le daba título al disco, lo llevó a participar del Segundo Festival de la Nueva Canción Chilena, en 1970.
[4] Esas valiosas canciones dejaron claro que Ugarte coincidía con una crítica de izquierda ya incompatible con el voto de obediencia sacerdotal («para mí, el más difícil», recuerda).
Allí en Roma, aunque no ejerció profesionalmente como músico, se sumó por dos años a una gira de la obra de teatro musical Tango bárbaro.