Fernando Puig Gibert

Ambos instalaron en San Andreés de Palomar una fábrica dedicada al hilado y torcido de lino, con la razón social Fernando Puig, Portabella y Compañía, aunque fue conocida popularmente como el Vapor del Fil (vapor del hilo).

Puig siguió con el negocio en solitario; se trasladó a Bélgica y Escocia, donde trabajó aprendiendo las técnicas de producción.

A su regreso centró su actividad en el torcido de lino, logrando finalmente un producto competitivo.

Quedaron al frente del negocio textil sus nietos Fernando —II Marqués de Alella— y Román —I Marqués del Masnou— Fabra y Puig, que poco después, en 1903, lo fusionaron con J&P Coats, dando origen a una de las mayores industrias del sector en España: la Compañia Anónima Hilaturas de Fabra y Coats.

Por parte de su hijo Fernando tuvo como nieto a Fernando Puig-Mauri y Santa Ana, IV Marqués de Santa Ana, empresario con una destacada trayectoria política, como diputado y senador.