Ferdinand ingresó en el ejército con tan sólo 17 años y tras la muerte de su padre pasó al servicio de Luis XIV de Francia y asumió el mando de una compañía militar creada especialmente para él en Flandes.
En el año 1690, durante la Batalla de Fleurus, fue herido.
Entre los años 1701 y 1702 fue embajador francés ante la corte española de Felipe V en Madrid.
Tras la Guerra de Sucesión Española fue enviado a la Batalla de Luzzara, donde los resultados franceses no fueron los deseados pero él realizó una buena participación por la que fue elogiado.
Nombrado adjunto al mando del ejército borbónico, fue herido y hecho prisionero en la Batalla de Turín, muriendo en esta ciudad a consecuencia de las heridas recibidas.