Fenitoína

En 1938, los científicos H. Houston Merrit y Tracy Putnam descubrieron su utilidad a la hora de controlar estados convulsivos, sin los efectos sedantes que acompañan al fenobarbital.En dosis tóxicas, los pacientes aparecen sedados, con ataxia[4]​[5]​ cerebelosa y oftalmoparesia, además de convulsiones paradójicas.Otros efectos secundarios idiosincráticos incluyen rash cutáneo[6]​ y reacciones alérgicas severas.Para zanjar esta cuestión de forma definitiva, se están recopilando datos en el Epilepsy and Antiepileptic Drug Pregnancy Registry.En la actualidad (2007), la fenitoína se puede obtener como medicamento genérico ya que su patente ha expirado, además se vende como medicamento "de marca" a precios relativamente bajos, siendo uno de los antiepilépticos más usados y asequibles.Recientemente se ha experimentado con la fenitoína como neuroprotector en esclerosis múltiple con buenos resultados[7]​