[3] Así pues, el nombre que se quiso dar a la palabra era algo como «engaño de la mirada», «decepción del ojo» o «ilusión óptica».
El fenaquistoscopio utilizaba un disco giratorio de cartón enganchado verticalmente a un mango.
Menos imágenes que aperturas, derivarán en la dirección opuesta a la cual gira el disco.
En algunas re-animaciones modernas con algunos errores de cálculo también vemos las aperturas rotando, las cuales, vistas en un fenaquistoscopio real, estarían quietas.
Una variante común tenía el disco ilustrado en un lado de un eje de latón y el disco con las ranuras al otro lado; esto era ligeramente más pesado pero no necesitabas espejo para utilizarlo y se decía que producía imágenes más claras.
Este modelo permitía que dos espectadores miraran las animaciones a la vez sin necesidad de espejo.
Algunas versiones añadían un pie de madera con una manivela para hacer girar el disco.
Combinando un disco fenaquistoscópico con una linterna, Uchatius consiguió que la ilusión del movimiento se proyectase sobre una pantalla.
En unos experimentos anteriores, Plateau se dio cuenta de que cuando mirabas desde una distancia corta dos ruedas dentadas concéntricas que giraran rápidamente en direcciones opuestas, se producía la ilusión óptica de una rueda inmóvil.
Stampfer leyó sobre los descubrimientos de Faraday en diciembre de 1832 y se inspiró para hacer un experimento similar, que poco después lo llevó a la invención que él denominó Stroboscopischen Scheiben oder optischen Zauberscheiben (Discos estroboscopicos o discos ópticos mágicos).
Stampfer también propuso una versión que tenía un disco con los dibujos en uno de los lados y un disco con aperturas al otro lado de un eje, pero al final pensó que hacer girar la rueda ante el espejo era más fácil.
Estos discos seguramente tenían agujeros redondos como lo ilustraba un artículo de 1886 y una reconstrucción que William Day hizo, pero no se conoce ninguna copia original que todavía se conserve.
No mucho más tarde, se empezaron a publicar ediciones inglesas como las de James Black y Joseph Myers & Co.
Es poco probable que todas estas copias se hicieran sin ningún tipo de licencia entre compañías o artistas.
El fenaquistoscopio se volvió muy popular y seguidamente hubo otros editores publicando discos con nombres varios como: Después de su introducción comercial por parte de Milton Bradley Company, el zoótropo (patentado en 1867) enseguida se convirtió en un aparato de animación más popular y, consecuentemente, menos fenaquistoscopios se producían.
El fenaquistoscopio fue inventado a raíz de la investigación científica sobre ilusiones ópticas y fue publicado como hallazgo científico, pero enseguida el aparato cogió fama como nuevo juguete de entretenimiento.
Desde 1837, el psicólogo checo Jan Purkyněused utilizaba una versión suya, llamada Phorolyt, en conferencias.
Los resultados no siempre eran muy científicos; a menudo editaba sus secuencias fotográficas por razones estéticas y por los discos de vidrio, a veces rehacía alguna fotografía de alguna serie para crear una nueva combinación.
Un ejemplo sería la secuencia del hombre dando volteretas sobre un toro mientras era perseguido por un perro.
Muybridge denominó a su invento Zoogiroscopio, pero al cabo de poco lo cambió por Zoopraxiscopio.