Previo al crimen, Robledo Rosas contaba con una denuncia interpuesta por violencia contra su exesposa.
Tras cometer el crimen el homicida intentó arrojar el cuerpo de la víctima al drenaje.
[12] Robledo Rosas llamó a su exesposa y madre del menor, para confesarle lo que había hecho.
El sujeto fue detenido por policías y consignado ante un ministerio público.
Videos en redes sociales mostraron al homicida detenido en una patrulla con ropa llena de sangre y confesando descriptivamente su crimen a los agentes.
[18] Según expertas, dicho fenómeno social distorsionaría la propia persecución de los crímenes y su calificación como feminicidios.
Por ello una investigación interna tiene contemplada a 6 servidores públicos que pudieron haber filtrado las fotografías de Ingrid Escamilla.
[24] El director de ese medio, Luis Carriles, indicó ante las acusaciones que el medio que encabeza siguió todos los protocolos vigentes en torno al tratamiento de feminicidios.