Wankel fue un completo autodidacta, y nunca dominó las matemáticas; la idea del motor rotativo la concibió a temprana edad, en el curso de experimentos domésticos para fabricar un motor de combustión interna.Su ingenio le granjeó alguna fama, y durante la década del '40 diseñó válvulas y portezuelas para los submarinos de la marina alemana.Su trabajo para el ejército lo llevó a prisión tras el fin de la guerra.No sería hasta 1957, trabajando para NSU Motorenwerke AG, cuando fabricaría el primer prototipo funcional del motor que lleva su nombre.Obtuvo una patente para el mismo ese mismo año; el diseño recibió mejoras por la empresa estadounidense Curtiss-Wright, y al año siguiente la automotriz japonesa Mazda adquirió una licencia para emplearlo.