Hijo de un tal Castorius, fue impuesto como papa por el rey ostrogodo Teodorico el Grande, quien había encarcelado y martirizado a su antecesor, Juan I.
Durante su pontificado condenó la doctrina del semipelagianismo en una epístola que dirigió a Cesáreo de Arlés.
Asimismo, en 529, publicó un edicto por el que nombraba sucesor a Bonifacio II lo que provocaría a su muerte, el 22 de septiembre de 530, un breve cisma en la Iglesia al elegir la mayoría del clero a Dióscuro.
Este papa es referenciado en algunas listas como Félix III debido a que las mismas excluyen al antipapa Félix II que no obstante, en un principio, fue considerado como legítimo por la Iglesia.
Su festividad inicialmente era el 30 de enero[2] pero se trasladó a la fecha de su muerte, el 22 de septiembre.