Sus cualidades y su interés le llevaron hacia la pintura.
La pareja terminó junta en Dachau, donde llegaron en el año 1904.
Felix Bürgers era un apasionado amante de la naturaleza y en el jardín de su casa plantaba curiosas especies que le servían como modelo en sus cuadros.
En el terreno se encuentra hoy en día un hogar para personas con minusvalías.
El artista permaneció grandes temporadas en Murnau am Staffelsee, en la zona de Staltach en el Mar del este, en el Surtirol y en Suiza, de donde proceden numerosos de sus lagos y cadenas montañosas.