Muy joven radicó en Sinaloa, y en Mazatlán fundó un colegio particular.
Regresó a Colima donde se le dio el Cargo de Oficial Mayor del Congreso Local.
Le correspondió restablecer los poderes como Primer Gobernador Constitucional, derrotando a Miguel Álvarez García.
En 1923, cambió su residencia a Acapulco donde queda encargado de la Aduana Marítima del puerto.
Salva su vida cuando Carlos E. Adame se adjudica como jefe civil de aquella rebelión en la ciudad, y el general Rafael Sánchez Tapia revoca la orden de fusilamiento.