Felipe IV con jubón amarillo

El Retrato de Felipe IV (Felipe IV con jubón amarillo) del Museo Ringling se atribuye a Velázquez quien lo habría pintado entre 1627 y 1628, concluyéndolo tras su encuentro con Rubens y antes de partir hacia Italia.

Se conserva en el Museo Ringling (John and Mable Museum of Art) de Sarasota (Estados Unidos) desde 1936.

Tras la figura del rey se distingue a la izquierda una pilastra mientras que la zona derecha está ocupada por una mesa cubierta por un tapete ricamente adornado sobre el que reposa un chambergo de fieltro de copa baja y alas anchas.

José López-Rey no lo incluyó en su catálogo de obras autógrafas y no aparece recogido tampoco en los repertorios de Jonathan Brown y Miguel Morán e Isabel Sánchez.

Frente a este posicionamiento desfavorable de buena parte de la crítica, Matías Díaz Padrón defendió su autografía y el cuadro se mostró en la exposición antológica celebrada en 1990 en el Museo del Prado, donde Julián Gállego sostuvo la autoría velazqueña, admitida también por Fernando Marías.