Ya desde los comienzos de su carrera se observa una gran cercanía al manierismo florentino en su estilo: alargadas figuras en poses algo forzadas.
Su padre Domenico había sido fiel a esta manera de pintar en su última etapa.
En obras posteriores Felice pintaría de una manera más libre y elegante, con hermosos toques lumínicos.
Sin embargo, nunca fue un artista de gran inspiración, aunque medianamente competente.
En su taller se formaron algunos artistas notables, como Pasquale Ottino, Marcantonio Bassetti o Alessandro Turchi, conocido como L'Orbetto.