Su infancia y juventud las pasó en el castillo Renacentista de sus padres en Hechingen.
Después de su formación militar, Federico Luis se convirtió en un apasionado cazador y soldador.
Era Mariscal de Campo Imperial y Comandante en Jefe del Ejército austríaco en el Alto Rin.
En 1730, su padre abdicó como Príncipe de Hohenzollern-Hechingen y Federico Luis tomó el control.
Estos proyectos de construcción empeoraron los problemas financieros del principado y llevaron a confrontaciones con sus súbditos.