En 2014, Lucas Mazur, futuro compañero de dobles mixtos, y Sandrine Bernard, encargada del desarrollo del para-bádminton, se acercaron a ella.
Esta última le animó a practicar deportes de alto nivel para discapacitados.
[4] En 2015 participó en su primer torneo deportivo para discapacitados en individuales y dobles femeninos, clasificada en SL4.
Esta clase corresponde a jugadores afectados únicamente por una discapacidad en los miembros inferiores.
[5] Más adelante, ese mismo año, participó en su primer campeonato mundial, donde ganó una medalla de plata.