Esto produce tejidos aplanados, en forma de cintas, crestados o sinuosos.
Algunas plantas heredan esta condición, sin embargo esta alteración no representa un daño mortal a la planta, si bien el peso y el volumen del tejido en cuestión suelen aumentar de forma irregular.
La fasciación es rara por lo general, pero se presenta en al menos una tercera parte de las plantas vasculares, con particular incidencia en miembros de las familias Amaranthaceae y Cactaceae, ambas pertenecientes al orden Caryophyllales.
[1] También se ha hallado frecuentemente en miembros de los géneros Aloe, Celosia, Delphinium, Digitalis, Euphorbia, Forsythia, Primula, Acer y Salix.
Algunas variedades de Celosia son cultivadas especialmente por sus flores fasciadas, mientras que algunas formas fasciadas de cactus suelen injertarse para promover su crecimiento crestado, pues son altamente apreciados por los coleccionistas.