Se trata de una jugada falsa para acobardar o impresionar al oponente.
Existen muchas maneras de mentir para provocar en los demás participantes un cambio en su comportamiento o en su forma de apostar; por ejemplo, si lo que se tiene en la mano es un juego bajo, el dinero que hay en la mesa es mucho, y se quiere ganar, la única alternativa es el farol.
El farol inverso es aquel en el que un participante apuesta poco teniendo un juego muy alto.
No es fácil dominar con éxito el faroleo, simplemente porque es una teoría bastante relativa y uno cuenta con que al menos uno de los otros jugadores tenga en su mano lo suficiente para apostar.
Para hacer bien un farol, se tiene que "percibir" cual es el juego promedio de la mesa, se debe prestar atención al descarte de cada jugador (analizar cuantas cartas pidieron para deducir que juego podrían tener).