La construcción empezó en 1838 en la desembocadura del río Támesis y el faro fue finalmente encendido en 1841.
[1] Sin embargo, el Faro de Wyre en Fleetwood, Lancashire, cuya construcción empezó más tarde, fue el primero en entrar en servicio al ser encendido en 1840.
[1] Los faros sobre pilotes eran construidos normalmente con pilotes sin rosca de hierro fundido o de hierro forjado, típicamente en fondos blandos como barros, arenas, y ciénagas.
Este conjunto de tres faros sobre pilotes de rosca construidos en 1864 para alumbrar la desembocadura del Ebro fueron una solución tan innovadora y original para la época[3] que se encargó una maqueta a escala 1/20 del Faro de Buda -también en hierro- que lo representase exactamente.
El problema principal que presentaban este tipo de faros metálicos era la corrosión marina.