Se trata del último faro construido en Cantabria, ya que a pesar de proyectarse su construcción para 1907, fue inaugurado en 1930.
En 1985 se construyó un faro nuevo al lado del original, que fue demolido.
[1] En 1928 se aprobó el proyecto para el edificio, y en agosto de 1930 se inauguró el faro,[1] siendo el más nuevo de Cantabria, más modesto que en la idea original, pues incluso la vivienda pasa a tener una sola planta.
[1] En 1980 el ingeniero Fernando Rodríguez Pérez proyecta una nueva torre circular,[1] realizada en hormigón, dejando el plano focal a 10,73 metros del suelo, y a 71 metros sobre el nivel del mar.
Desde ese año se abren las puertas del faro a los turistas cada verano, al coste de un euro por persona.