Esto no se descubrió en las investigaciones alemanas, porque allí el análisis del ADN no puede utilizarse en procedimientos penales para determinar atributos personales de un sospechoso distintos del sexo.
En enero de 2009, la recompensa por pistas sobre el paradero del sospechoso se incrementó a 300.000€.
[2][3] La existencia del fantasma había sido puesta en duda con anterioridad, pero en marzo de 2009 el caso tomó un nuevo giro.
Fue también descubierto que todos los bastoncillos contaminados provenían de la misma fábrica, que empleaba a muchas mujeres de Europa del Este, cuyo perfil se ajustaba con el analizado en las muestras.
[5] El ADN atribuido al "fantasma" fue encontrado en la escena, así como supuestamente en los sitios de los siguientes crímenes: