Factores de combustión en motores diésel

Las causas principales pueden ser: Para que se produzca una combustión ideal, se tienen que cumplir además varias premisas, como transformar el combustible líquido a estado gaseoso o lo más atomizado posible, haciendo de esta manera que el aire y el combustible se mezclen y alimenten la zona de ignición y combustión (En la primera zona el aire y el combustible están íntimamente mezclados en forma de gas mientras que en la segunda zona es más heterogénea la mezcla) La ignición del combustible se produce cuando las gotas de éste, finamente formadas están a una temperatura suficiente dentro de la cámara de combustión.

No obstante, si no se dan las condiciones adecuadas (Por ejemplo: gotas muy grandes, poca cantidad de oxígeno o temperatura insuficiente) el combustible se quemará parcialmente, es decir, se oxidará formando partículas carbonosas y otros contaminantes que pueden llegar a depositarse sobre las paredes de la cámara de combustión, complicando las combustiones posteriores.

Entre los factores a cumplirse se encuentran: No obstante, la turbulencia en exceso también hace bajar la temperatura de la cámara de combustión en exceso; si fuera posible aumentar la turbulencia a la vez que mantener estable la temperatura mínima necesaria -y por ende, también la presión- se obtendría una mayor reducción del retraso del encendido.

Esto trae consigo una merma en la cantidad de comburente que ingresa, pero se compensa con la mejora en la turbulencia obtenida.

En un motor ideal, la combustión se logra de forma instantánea.