Se sabe que en el último tercio del siglo I (a. C.) se produjo la fundación de una colonia romana en la terraza cuaternaria que sirve de asiento a la Villa Vieja.
Sin embargo, tanto la documentación textual como material nos faltan para el siglo III (d. C.), sin que haya una interpretación convincente que dé sentido a este largo intermedio en el desarrollo de la ciudad, que seguirá habitada con posteridad sin solución de continuidad.
Se conservan diversas estructuras porticadas relacionadas con espacios anexos a la factoría, fruto de las diversas remodelaciones llevadas al cabo durante los quinientos años de vida del complejo.
El segundo, situado al oeste, presenta multitud de piletas y otras dependencias auxiliares las cuales se ajustan a un esquema similar.
A partir de este momento surgirán puntuales ocupaciones en época medieval, sin estructuras arquitectónicas y algunas unidades constructivas de época moderna y contemporánea.