[4] Ejerció su profesión de comunicadora social en el Diario La República y en la revista Contigo.
[5] Su llegada al mundo del humor fue casual, cuando un asistente del programa Sábados felices la abordó en la calle, porque andaba buscando una actriz de talla grande para hacer parte de una sección del programa.
Fue en el programa donde conoció a su cónyuge Nelson Polanía "Polilla" y gracias al cual se ganó el cariño de su país natal.
Como comediante se presentó en lugares como Buenos Aires, Santiago de Chile, Panamá, Caracas, Nueva York, Miami y Washington D. C.[4] y realizó varias comedias para teatro acompañada por su esposo Nelson Polanía.
En 1997, a sus 33 años, la humorista confirmó que padecía de diabetes.