Animado por su padre, Casartelli se involucró en el mundo del ciclismo desde los 9 años.
Pasó a profesionales en 1993, pero solo consiguió victorias y posiciones de honor en carreras menores.
Durante su traslado en helicóptero al hospital, Casartelli perdió la respiración y falleció tras varios intentos de reanimación.
Su muerte causó una conmoción en el ciclismo profesional y surgieron diversos debates acerca de la obligatoriedad del casco por los ciclistas.
Los ciclistas rodaron en grupo durante toda la prueba y, en la línea de llegada, los corredores del equipo al que pertenecía Casartelli, el Motorola, cruzaron la línea de meta en conjunto.