[1][2] Eyvind siguió los pasos de su padre en magia y hechicería.
[3] Olaf I de Noruega en su particular cruzada para eliminar todo vestigio de la antigua religión y convertir a Noruega al cristianismo a cualquier precio, invitó a Eyvind y su séquito (todos ellos versados en el seidr) a participar en el thing de Tunsberg y los agasajó con abundante bebida durante el festín.
La víspera del festejo llevó una nave bien pertrechada a puerto con Eyvind Kelda y su séquito de brujos y magos, pero Eyvind conjuró para traer una espesa niebla de forma que nadie pudo reconocer quiénes eran los recién llegados.
No obstante, los espías del rey finalmente lo identificaron y fueron apresados.
A partir de entonces aquella zona se llamó Skrattasker.