El concepto de extinción interestelar se atribuye generalmente a Robert Julius Trumpler,[1] aunque sus efectos fueron identificados por primera vez en 1847 por Friedrich Georg Wilhelm von Struve.
Debido a que, en longitudes de onda visibles, la luz azul es atenuada con mayor intensidad que la luz roja, los objetos se observan más enrojecidos de lo esperado, por lo cual, la extinción estelar es llamada muchas veces «enrojecimiento interestelar».
Existen características de la absorción adicionales a esta tendencia general.
Estas tienen orígenes diversos y pueden dar indicios acerca de la composición del polvo que genera la absorción.
, se puede obtener la forma en que el gas y el polvo en el medio interestelar están relacionados.
[7][8][9] La distribución tridimensional de la extinción se ha determinado[10] en la órbita del Sol en la Vía Láctea utilizando observaciones estelares en cercano infrarrojo y un modelo galáctico.
[12] También es posible utilizar un espectro teórico en lugar de uno observado para comparar, aunque esta práctica es menos común.
[17][18] En la Pequeña Nube se observa una variación más extrema sin protuberancia a 2175 Å y una fuerte extinción en el lejano ultravioleta en la zona de formación estelar central.
Se observa también una extinción normal en las regiones más alejadas de esta zona.
[19][20][21] Esto da indicios de la composición del medio interestelar en varias galaxias.
Las variaciones en las curvas vistas en las Nubes y nuestra galaxia pueden ser debidas al procesamiento del polvo por la formación estelar cercana.
Esta última a menudo se conoce como «absorción telúrica», dado que es causada por la Tierra.
Las fuentes más importantes de absorción telúrica son el oxígeno molecular, el ozono y el agua.