El emperador Napoleón III fue quien decretó la construcción de este proyecto para demostrar la grandeza del Segundo Imperio francés.Para este efecto se nombró una comisión, cuyo presidente fue el príncipe Jerome Napoleón Bonaparte II, quien dirigió los trabajos preliminares.Los recibos ascendían a 2.822.900$ lo cual dejaba un déficit que, sin embargo, fue cubierto por las aportaciones del gobierno y la ciudad de París, por lo que el informe final salió positivo.[4] Durante los siete meses de duración, la exposición tuvo 9 238 967 visitantes, incluidos expositores y empleados.Fue la más grandiosa exposición internacional habida hasta ese momento, tanto con respecto a su magnitud como al propósito del proyecto.