Excavaciones de la Casa del Gobernador

Los inicios de la actividad arqueológica se remontan a las primeras décadas del siglo XX, en el antiguo cerro de San Lorenzo donde un periodista llamado Rafael Fernández Castro desveló una necrópolis prerromana del siglo I a. C., corroborando un cercano asentamiento urbano vinculado a ésta.

Posteriormente en el 2002, Victor Guerrero se hará cargo de unas nuevas excavaciones y será continuado por Noé Villaverde Vega en el año 2003, trabajando con algunos auxiliares ya formados.

Tras la regularización de la normativa arqueológica en el año 2004, las excavaciones realizadas por la empresa Arqueosur, durante 2005-2006, seleccionada tras el concurso público ofertado por la Ciudad Autónoma de Melilla.

Durante 2008 el Instituto de Cultura Mediterránea identificó restos del siglo VI  a. C,profundizando un metro más que en campañas anteriores y por tanto descubriendo diferentes niveles de ocupación por debajo de las viviendas almacenes.

Actualmente el área de excavación ronda los 150 m², posee una potencia estratigráfica de 4,50 metros y en ella que se distinguen dos sectores de época prerromana, uno oriental correspondiente a una vivienda fechada en el siglo I a. C. y otro occidental del II a. C., en el que se hallaron tres habitaciones correspondientes a otra vivienda con niveles inferiores del siglo VII a. C. La cronología de los materiales arqueológicos se centra en el periodo de mayor esplendor de Melilla en la antigüedad, época en que la antigua Rusaddir conformaba una de las ciudades más importantes del reino de Mauritania (siglo II a. C.–siglo I d. C.), tres siglos inmersa en un intenso proceso asimilador de los modos de vida romanos por parte de una población de larga tradición feniciopúnica a la que se le irá sumando un importante componente bereber, dándose un vivo proceso de hibridación cultural y económica.