Esta acción fue anunciada el 23 de enero por Karl Dönitz y por el almirante Hans-Georg von Friedeburg, con instrucciones para el embarque de personal naval, cadetes y material militar (Operación Aníbal) en el Wilhelm Gustloff.
[1] Además del personal naval y sus familiares, los refugiados fueron también llevados a bordo.
La pérdida de 12 buques en estos transportes, se calcula costó la vida a 12 600 personas.
El combustible existente, se utilizaba para los submarinos y otras unidades de la Kriegsmarine.
La Armada suministró a esa zona, soldados, municiones y suministros militares hasta el mismo mayo, transportando a medio millón de heridos en el camino de regreso.
El transporte de civiles por Dönitz fue secundario y sólo en la medida que las necesidades militares lo permitían.