Jerónimo (santo)

También es considerado como santo por las iglesias católica, ortodoxa, copta, armenia, luterana y la anglicana.[5]​ Nació en Estridón (oppidum, más tarde destruido por los godos en 392) en la frontera de Dalmacia y Panonia, entre los años 331 y 347, según distintos autores; más bien a mediados de siglo, ya que era niño cuando murió el emperador Juliano el Apóstata.Sus padres eran cristianos con algunos medios de fortuna, y Jerónimo, cuyo nombre significa 'el que tiene un nombre sagrado', aunque no había sido bautizado todavía, como era costumbre en la época, fue inscrito como catecúmeno y consagrará toda su vida al estudio de las Sagradas Escrituras, siendo considerado uno de los mejores, si no el mejor, en este oficio.En Antioquía, dos de sus compañeros fallecen y él mismo cae seriamente enfermo varias veces.En ese sueño, que narra en una de sus Cartas o Epístolas, se le reprocha ser «ciceroniano, y no cristiano».Deseando intensamente vivir en ascetismo y hacer penitencia por sus pecados, Jerónimo marchó al desierto sirio de Qinnasrin o Chalcis (la Tebaida siria), situado al suroeste de Antioquía.Rechazaba especialmente su fuerte sensualidad, su terrible mal genio y su gran orgullo.Permaneció allí dos años siguiendo los cursos de Gregorio, a quien describe como su preceptor.Es en este periodo cuando descubre a Orígenes y comienza a desarrollar una exégesis bíblica trilingüe, comparativa de las interpretaciones latinas, griegas y hebraicas del texto de la Biblia.Regresó a Roma en el año 382 y allí permanecerá tres años.Los obispos de Italia junto con el papa nombraron secretario de este último a San Ambrosio, pero este cayó enfermo y eligieron después a Jerónimo, cargo que desempeñó con mucha eficiencia.Entonces, Jerónimo descubrió su verdadera vocación, con la que podía servir a Dios: la de filólogo.Jerónimo, que escribía con gran elegancia el latín, tradujo a este idioma toda la Biblia, en la traducción llamada Vulgata (lit. «la de uso común»).Ese centro de espiritualidad se hallaba en un palacio del monte Aventino, en donde residía Marcela con su hija Asella.Sin embargo, Paladio afirma que el vínculo con Paula de Roma le fue a Jerónimo de utilidad en sus trabajos bíblicos, pues su padre le había enseñado el griego y había aprendido suficiente hebreo en Palestina como para cantar los Salmos en la lengua original.Varios miembros de este grupo, entre ellos Paula y Fabiola, también acompañaron a Jerónimo en diferentes momentos durante su estancia en Belén.Sus altos cargos en Roma y la dureza con la cual corregía ciertos defectos de la alta clase social le trajeron envidias, que se recrudecieron cuando falleció su protector el papa Dámaso.En Alejandría, Jerónimo pudo volver a ver al catequista Dídimo el Ciego explicar al profeta Oseas y contar los recuerdos que tenía del asceta Antonio el Grande, fallecido treinta años antes.Construyó y desarrolló su monasterio durante tres años gracias a los medios de que le proveyó Paula.[11]​ En su correspondencia con algunos romanos que le pedían consejo, Jerónimo muestra la importancia que otorgaba a la vida comunitaria: «Preferiría que estuvieses en una santa comunidad, que no te enseñases a ti mismo y no te comprometieses sin maestro en un voto completamente nuevo para ti», recomendando moderación en el ayuno corporal: «La impropiedad será el índice de la nitidez de tu alma... Una nutrición módica, pero razonable, es beneficiosa para cuerpo y alma», así como evitar la ociosidad: «Reserva un poco de trabajo manual, para que el diablo te encuentre siempre ocupado», poniendo fin a su consejo con la máxima: «Cristo está desnudo, es lo desnudo.En 389 interrumpió su trabajo sobre las Epístolas paulinas a fin de empezar la traducción del Salterio.Cuando Rufino fallece en 410, aún durará el encono de Jerónimo, que escribió lo siguiente: La Iglesia católica ha reconocido siempre a san Jerónimo como un hombre elegido por Dios para explicar y hacer entender mejor la Biblia, por lo que fue nombrado patrono de todos los que en el mundo se dedican a explicar la Biblia; por extensión, se le considera el santo patrono de los traductores.Entre sus obras más conocidas encontramos sus Cartas o Epístolas y sus famosos Comentarios de exégesis bíblica.70 Ad Magnum de scriptoribus ecclesiasticis (A Magno sobre los escritores eclesiásticos), y ep.Contiene breves noticias biográficas y literarias sobre 135 autores cristianos, desde San Pedro al mismo Jerónimo de Estridón.Para los primeros 78 su fuente principal es Eusebio de Cesarea (Historia ecclesiastica); la segunda parte, que comienza con Arnobio y Lactancio, comprende una buena cantidad de informaciones independientes, particularmente en lo que concierne a los autores occidentales.San Jerónimo socorrió a la fiera y le curó la pata por completo.La segunda lo muestra sometiéndose a mortificación como penitencia, lo que da a los artistas la oportunidad de reflejar un desnudo masculino parcial, pues aparece como un eremita en la gruta del desierto, generalmente acompañado por un león, como puede verse en el cuadro de Leonardo y en el San Jerónimo en oración de El Bosco.
Busto que representa a Marco Tulio Cicerón , quien ejerciera gran influencia sobre el estilo de Jerónimo.
San Jerónimo , talla del escultor español Juan Martínez Montañés .
San Jerónimo escribiendo , cuadro al óleo de Caravaggio , (1607).
La basílica de Santa María la Mayor en Roma , donde fueron enterrados los restos de San Jerónimo.
Ordo seu regula .