La Europa a varias velocidades,[1] Europa de las dos velocidades o Europa a la carta,[2] se refiere a la posibilidad de que ciertos Estados miembros de la Unión Europea decidan gestionar una integración mayor a todos los niveles, mientras que otros avanzarían más despacio en las políticas comunitarias.
[3] Acuñada a principios de la década de 1990,[4] se popularizó durante la fundación del euro para hacer referencia a aquellos países económicamente fuertes, que iban a adoptar el euro, y sus diferencias con los que no lo eran tanto.
[5][6] Desde entonces ha sido utilizada en numerosas ocasiones, como hizo el político italiano y entonces presidente de la Comisión Europea Romano Prodi, quien en enero de 2004, en referencia a las dos velocidades, dijo que «El tren de la Unión no puede siempre moverse a la velocidad del vagón más lento.
[8] A finales de 2011 y por evolución de la citada crisis, la expresión se empleó para referirse a las distintas velocidades de convergencia económica que pretenden los países que han adoptado el euro y los que no lo han hecho,[9] así como para diferenciar a los países dispuestos a propiciar una mayor integridad económica, con un gobierno fiscal comunitario, de los que no lo están, entre los que destaca el Reino Unido.
«Hemos elegido este método para obligarlos a salir de la ambigüedad».