Desde joven Heinrich componía poemas que firmaba con el pseudónimo de Ricius.
En esa profesión se volvió rápidamente famoso, ejerciendo como profesor en varias universidades, hasta su muerte en Bremen.
Cordus escribió numerosas obras médicas y era un tenaz adversario de las supersticiones.
También se ocupó extensamente de la Botánica, publicando una importante obra llamada Botanologicon en 1534.
Contribuyó también a la formación científica de su hijo, el también botánico Valerius Cordus (1514-1544).