Su caso no ha podido ser verificado ni se puede demostrar plenamente.
[3]Los hermanos de Eulalia se llamaban Teresa, Petra, Juana, Josefa, Bernardo y León.
La capital pasó a una localidad más al norte: Monterrey (ciudad que actualmente se encuentra en Estados Unidos).
Él se encontraba apostado en la compañía militar del presidio de San Diego (creado en 1769).
Este último no fue bautizado porque poco después de su nacimiento su madre lo asfixió accidentalmente.
[6] Según los descendientes de Eulalia Pérez, los misioneros le dieron la concesión bajo las leyes españolas.
[7] De acuerdo con algunos descendientes, en poco tiempo Mariné y sus hijos perdieron toda la tierra en el juego.
Estos dos hombres presentaron una nueva demanda de la tierra, y ese mismo año (1839) el gobernador mexicano Juan Bautista Alvarado les concedió el título de propiedad del rancho San Pascual.
El rancho San Pascual quedó abandonado hasta que se otorgó a un nuevo concesionario ese mismo año (1843).
Esta casa debe su nombre (Flores) a un héroe californio, el general José María Flores (1818-1866), que en 1846 fue el sucesor del gobernador Pío Pico, y también fue comandante de las fuerzas mexicanas en Alta California durante la Intervención estadounidense en México.