Eugenia de Chikoff

Si bien desde los años posteriores a 1810,[8]​ en la República Argentina, prohíbe los títulos nobiliarios o de sangre, del mismo modo que toda consideración por razón de cuna hacia una persona, en los medios de comunicación,[9]​ inclusive bien adentrado el siglo XXI,[10]​ fuese por insistencia, fuese para darle más lustre al entrevistador o al programa en cuestión, se la ha solido referir como "La Señora Condesa de Chikoff", inexactitud que la propia aludida se ha ocupado de desmentir cuando su concurrencia, en calidad de invitada, al ciclo televisivo Tiene la palabra, emitido por Todo Noticias.

Lo cierto fue que, la regla primordial de supervivencia, era saber cocinar, y por ello recibió clases en Le Cordon Bleu.

[11]​ Ya en sus años postreros, se dedicaría, por igual, a aprovechar para no esconder su antipatía por Máxima Zorreguieta,[11]​ a la cual tachaba por haber adoptado Países Bajos como su patria, desmereciéndola cada vez que podía,[15]​ a reconocer que la figura paterna le generaría un Complejo de Electra[11]​[13]​ que le impidió hallar el amor en otro hombre, haberse sentido siempre insatisfecha sexualmente.

[11]​ De los años 1990 en adelante, formaría, con carácter transitorio y frecuencia irregular pero sostenida en el tiempo, una dupla televisiva con Chiche Gelblung, capaz de sostener diálogos que movían a la risa.

[14]​ Chikoff tuvo su gran apogeo en la pantalla chica durante la década de 1990.

Formó parte del equipo de Memoria en 1999 conducido por Chiche Gelblung.

Su última aparición pública fue en el 2013 en un especial de Crónica TV conducido por Anabela Ascar.

También atestiguó una íntima relación entre su condal padre y Juan Domingo Perón, quien lo recompensaría a aquel en 1952 con la obtención de un espacio televisivo, con el propósito de educar a las masas, en retribución por haber asesorado en asuntos de ceremonial,[11]​ la década anterior, a la segunda esposa del teniente coronel, Eva Duarte.

Entonces, padre e hija, quienes residían en Juncal y Suipacha,[11]​ montaron una farsa ante cámaras, pretendiendo ella tratarse de una muchacha del pueblo llano, llamada Isabel, y a quien el presentador intentaba inculcar buenos modales.