Cuando los huevos maduran se vuelven más oscuros, castaños, y después de diez días las larvas hacen eclosión.
[1] Las larvas tienen buena movilidad y encuentran la forma de ser transportads por hormigas hasta la colonia.
Después de seis o siete días se adhieren a una hormiga que regresa al hormiguero; algunas veces se montan en otros insectos usándolos como huéspedes intermediarios.
[1] Se alimentan del huésped en forma limitada hasta que este entra en el estadio de pupa; entonces proceden a comer toda o la mayor parte de la pupa.
[3] Una vez que emerge la avispa adulta, las hormigas la cuidan y alimentan como si fuera parte de la colonia.
En algunos casos, como en la especie Kapala terminalis, los machos esperan pacientemente en el follaje en las proximidades.
[2] Se las encuentra en regiones tropicales como Costa Rica, Ecuador,[4] Brasil y Argentina.
[3][8] También son nativas de Texas, Florida, Massachusetts, Delaware,[10] y Colorado.
[8] La hembra hace una incisión en el borde o en la superficie inferior de una hoja en donde deposita un huevo .
[8] A veces depositan huevos en plantas que no son visitadas por hormigas y en tales casos las larvas necesitan trepar a un insecto intermediario que más tarde es atacado por las hormigas,[11] y de esa forma llegan al huésped.
Algunas especies del género Kapala son capaces de saltar hasta 10 mm.
Tienen la peculiaridad de adherir sus huevos al sustrato y conectarlos con una secreción hilachenta que se mantiene erecta.