Estufa salamandra

La salamandra es una estufa inventada en 1743 por Benjamin Franklin,[1]​ considerada el primer sistema de calefacción moderna no integrado en la construcción.

Permite una mejor regulación de la combustión y mejor control del humo que el tradicional hogar, por lo que también supone un ahorro de combustible, si bien tiene el inconveniente de que la combustión se efectúa en el ambiente a calefactar y utiliza materiales contaminantes (leña, gasolina o carbón mineral).

Su cuerpo, un recipiente en forma de caja fabricado de metal fundido, dispone de una ventana enrejada regulable por la que se añade el combustible y que se eleva del suelo generalmente mediante unas patas.

Franklin no llamó a su calefactor salamandra, sino estufa de Pensilvania.

[cita requerida] Al bautizarla así, se evocó a la salamandra mítica que, según se creía, podía vivir en el fuego y no quemarse.

Estufa salamandra , modelo creado por Franklin y datado hacia 1795 en el Museo Metropolitano de Nueva York .