Esta integración acoplada a la mejora de sistemas de trabajo es conocida como Ingeniería de métodos[1] y es aplicada hoy en día tanto a la industria como a organizaciones que otorgan servicios tales como: bancos, escuelas y hospitales.[7] En su nivel más básico el estudio de tiempos involucró desmenuzar cada tarea en varias partes, coordinando cada una y reorganizando las mismas en el método más eficiente de trabajo.[10] Por ejemplo, Taylor pensó que el tiempo improductivo debía ser utilizado como un intento a considerar para los trabajadores de manera que pudieran promover sus mejores intereses y para mantener a los empleados sin conocimiento de qué tan rápido se puede llevar a cabo una tarea.[11] Este mecánico punto de vista del comportamiento humano definido por Taylor preparó el camino para que las relaciones humanas sustituyeran la administración científica en términos de éxito literario y aplicación gerencial.De igual forma, personajes tales como Gilbreth (1909), Cadbury[12] y Marshall[13] realizaron fuertes críticas hacia Taylor y permearon su trabajo con subjetividad.Por ejemplo, Cadbury[12] en respuesta a Thompson[11] manifestó que de acuerdo con la administración científica, las habilidades e iniciativas del trabajador son trasladados de este a la administración,[12] una visión retomada por Nyland.[17] Los estudios de tiempo adecuados están basados en repetidas observaciones, de tal forma que los movimientos realizados de manera diferente para la misma tarea por uno o varios trabajadores se puedan grabar y así determinar los valores que son realmente repetitivos y medibles.[18] Este método permitió a los Gilbreth construir en los mejores elementos de este flujo de trabajo y crear una mejor práctica estandarizada.