Estela de Zurita

Es prerromana; está datada entre finales del siglo I a. C. y principios del siglo I d. C., no sabiéndose si se trata de un monumento genuinamente cántabro o de una Cantabria escasamente romanizada; en cualquier caso la factura es tosca y no presenta signos de romanización.

Forma parte del escudo del municipio, aunque se sabe que fue transportada a Zurita desde otro lugar, probablemente desde el valle de Buelna, cuyas estelas gigantes presentan grandes similitudes con la de Zurita.

Este dato unido a la posición de su cuello y cabeza, ligeramente echada hacia atrás, hacen pensar que el caballo intenta recular, circunstancia determinante para interpretar esta escena apoyada perfectamente en las fuentes clásicas.

Según citaban Horacio (Carmina III, 4, 34) y Silio Itálico (Púnica III, 360) una de las tribus cántabras más conocidas, los concanos, se enfervorizaban al tomar sangre de caballo, dándoles vigorosidad y fuerza.

El otro lado, también entre círculos concéntricos contiene unos motivos geométricos de simbología astral, representando cuatro lunas crecientes.

Anverso de la estela de Zurita.
Reverso de la estela de Zurita.