Realizó sus primeros estudios en su ciudad natal con los hermanos maristas y con los jesuitas en el Instituto de Ciencias.
Sus sinodales fueron Alberto María Carreño, Federico Gómez de Orozco, Rafael García Granados, Edmundo O'Gorman y Ernesto de la Torre Villar.
En esta ocasión sus sinodales fueron Ignacio Dávila Garibi, Jorge Ignacio Rubio Mañé, Ernesto de la Torre Villar, Manuel Alcalá y Miguel León-Portilla.
Residió en Mérida durante casi un año, investigó y visitó diversos sitios arqueológicos mayas.
Como catedrático impartió clases en diversas instituciones en Mérida, Guadalajara, Monterrey, Saltillo y Puebla.