[1][2] El paisaje urbano de esta ciudad se ve adornado por obras escultóricas, generalmente monumentos conmemorativos dedicados a personajes de especial relevancia en un primer momento, y más puramente artísticas desde finales del siglo XX.
[3] La escultura, hecha en piedra, es obra de Víctor Hevia, y está datada en 1942.
[1][2] La escultura presenta cincelada sobre la piedra la siguiente inscripción:[2]
Hay una réplica en Santiago de Compostela.
"En 1965 se inauguró en la plaza de Entrepraciñas, pegada a la Facultade de Historia, un monumento en su honor.