Se halla en la orilla rocosa del Danubio, cerca de la ciudad de Orșova, Rumania.
La idea partió del empresario rumano Iosif Constantin Drăgan, historiador que tomó diez años (1994-2004) y empleó a doce escultores para terminarla, con un coste de más de un millón de dólares.
Justo enfrente de la estatua, pero en la costa de Serbia, frente a Rumanía, existe una placa conmemorativa antigua (Tabula Traiana) para recordar las victorias del Imperio romano sobre el reino de Dacia en el año 105.
Bajo el rostro de Decébalo hay una inscripción en latín que dice: DECEBALUS REX - DRAGAN FECIT (‘El rey Decébalo - Hecho por Drăgan’).
[1] la estatua no tiene forma de cara, solo los ojos, la nariz, la boca y el bigote pero la roca hace parecer que tiene barba y una corona Estatua de Decébalo (en rumano).