Ejerce después como abogado en su villa natal y en la capital de la provincia, entrando en política como militante del Partido Moderado a partir de 1847.
En ese año es elegido diputado por Oviedo y dos años más tarde diputado por Avilés.
En 1856 es designado Gobernador civil de Canarias.
Desterrado en 1867 por protestar contra el Gobierno Narváez regresa tras la Gloriosa a España, siendo nombrado director general de Propiedades y Derechos del Estado en 1868.
Su hijo Félix Suárez Inclán también tuvo una alta relevancia política, llegando a parlamentario y desempeñando carteras ministeriales en varias ocasiones.