La estación permite acceder a sitios tan turísticos como la Torre Eiffel, los jardines del Trocadero o el Palacio de Chaillot que alberga importantes museos como el museo del Hombre o el de la Marina.
De hecho, Trocadéro fue su terminal norte durante un año, hasta 1923.
Por ello, luce ahora los clásicos azulejos blancos biselados del metro parisino aunque estos no abarcan el centro de la bóveda que aparece únicamente pintada en ese tramo.
Su iluminación emplea el modelo vagues (olas) con estructuras casi adheridas a la bóveda que sobrevuelan ambos andenes proyectando la luz en varias direcciones.
Está diseñada en bóveda elíptica revestida completamente de los clásicos azulejos blancos del metro parisino aunque en este caso son planos, sin biselar.