Las instalaciones formaban parte de la línea Valladolid-Ariza y estuvieron en servicio entre 1895 y 1994, tras el cierre definitivo de la línea.
Tras varios años de obras, la línea Valladolid-Ariza fue abierta al tráfico en 1895.
En 1941, con la nacionalización del ferrocarril de ancho ibérico, las instalaciones pasaron a manos de RENFE.
En 1978 la estación fue reclasificada como apeadero, reflejo de la decadencia que vivía la línea en aquellos años.
El trazado todavía se mantuvo abierto para la circulación de trenes de mercancías durante algún tiempo, hasta su clausura definitiva en 1994.