Debe su nombre a Antoine Parmentier, agrónomo y nutricionista francés, conocido por fomentar el consumo de la patata.
Su diseño sigue un estilo llamado carrossage utilizado en los años 50 y 60 que pretendía romper con los esquemas clásicos.
Enmarcados, los anuncios publicitarios o la señalización lograban destacar mucho más.
Aunque este tipo de diseño fue muy apreciado en su momento, se acabó descartando porque su mantenimiento era costoso y complejo ya que cualquier actuación exigía retirar el revestimiento.
Está catalogado como Monumento Histórico al haber sido construido por Hector Guimard.