Las instalaciones formaban parte de la línea Valladolid-Ariza y estuvieron en servicio entre 1895 y 1994.
Tras varios años de obras, la línea Valladolid-Ariza fue abierta al tráfico en 1895.
La estación se encontraba situada a 2 kilómetros de la población.
En 1941, con la nacionalización del ferrocarril de ancho ibérico, las instalaciones pasaron a manos de RENFE.
La antigua estación fue reclasificada como cargadero y se mantuvo operativa durante algún tiempo para los trenes de mercancías, habida cuenta de la actividad vinícola de la zona.